GARY HUME 2020-02-12T15:48:08+00:00

GARY HUME

Kent, Reino Unido, 1962

Se dio a conocer a finales de los 80 en aquellas exposiciones colectivas que marcaron la eclosión del grupo YBAs (Jóvenes Artistas Británicos, entre otros Damien Hirst, Angela Bulloch o Fiona Rae). Aportaron un arte frío, escéptico e irónico que recuperaba elementos conceptuales. Dieron una respuesta generacional contra el neoexpresionismo dominante en aquel momento.

La primera impresión al contemplar la pintura de Gary Hume es de una proximidad al pop art: grandes formatos, colores industriales, superficies brillantes y planas, siluetas bien definidas y precisas, una pintura de un gran impacto y efecto visual. Igualmente la temática remite al pop, se trata de una imaginería extraída de revistas ilustradas, completamente banal y  sin voluntad narrativa. Hume, como el pop, se manifiesta en una estética fría y antisubjetiva en que el artista no pretende autoexpresarse, de ahí  esos procedimientos impersonales y que se le haya asociado a comportamientos conceptuales y minimalistas.

Sin embargo, hay algo más. Ya en sus primeras obras realizadas sobre plafones de aluminio, jugaba con la capacidad reflectante del metal, de manera que el espectador se integraba en las obras como una sombra. Es decir, contrapuesta a aquella estética de frialdad, existe en Hume otra actitud: la de implicar al público, que participe, de jugar, de hacerle guiños, una cualidad que es una constante en su trabajo. Las variaciones del juego de los primeros planos que presentan una falsa imagen abstracta o la superposición de imágenes que se enredan, es suficiente para percatarnos de la ambigüedad de Gary.

Su obra, como la de Warhol, se desenvuelve en el divertimento o la decoración y la ausencia de metafísica. Lo que pasa es que hoy en día, la ausencia de metafísica se ha transformado en una metafísica. Ésta es la gran ambigüedad y virtud o defecto de la obra de Gary Hume.

Nominado al Premio Turner en 1996 y representante de Gran Bretaña en la Bienal de Venecia de 1999, el trabajo de Hume se encuentra dirigido por potentes galeristas internacionales y se puede contemplar en diversas colecciones como la Tate Modern de Londres o el MOMA de Nueva York.